Full Moon Party en Koh Phangan

Aquí estamos los sobrevivientes de la tan esperada Full Moon Party, vivitos y coleando.
Han visto Jimmy Burbuja?  para los que no la han visto, el pobre Jimmy es un niño que pasa su vida dentro de una burbuja de plástico, totalmente aislado de cualquier virus, bacteria o suciedad que pueda existir en su entorno. Vive sano, pero se priva de un montón de cosas de las que está compuesta la vida. Para venir a esta vida de espectador es mejor no venir. La vida hay que vivirla.

Antes de llegar a esta isla, nos habían advertido que era un lugar que existía por y para la fiesta. Tiene playas preciosas y un pueblo igual a todos los demás, pero en época de luna llena cientos y cientos de turistas se sienten atraídos a la isla como zombies o hombres lobos en su ciclo lunar.

Salimos desde Koh Samui muy temprano y como les conté en la publicación anterior el tiempo iba de mal en peor. Esa mañana llovía con furia. Nos pasó a buscar un bus con más gente que asientos. La gente empezó a vomitar en bolsas, pero todavía no venía lo peor. Estuvimos una hora en un barco que parecía en la tempestad. Olas enormes, gritos, todos vomitando, nosotras mareadas. Fue una pesadilla.

Llegamos a Koh Phangan y gracias a Dios, unos chilenos que conocimos en Chiang Mai se adelantaron y nos reservaron un bungalow para nosotras. Con esa lluvia y el mareo que teníamos encima habría sido imposible salir a buscar con todas las mochilas en la espalda.

Resultó ser que éramos 4 cabañas con chilenos, con los que pasamos nuestras mañanas, tardes y noches, sentados en las terrazas o hamacas conversando mientras veíamos la lluvia caer. A pesar del mal tiempo, el cielo tuvo compasión y todos los días a las 8 pm dejaba de llover y nos podíamos ir tranquilos a las fiestas.

La full moon party era un miércoles. El lunes era la waterfall party, el martes la jungle party y todos los días había fiesta en la playa. Para tener más excusas también existe la Half Moon Party y la Black Moon party, pero la nuestra es la mejor.

Volviendo al pobre Jimmy, nos habían repetido cientos de veces el cuidado que hay que tener en estas fiestas. Que fueramos con zapatos porque todo el mundo se corta los pies con los vidrios, que no compremos alcohol en los bares porque te meten droga, que no perdieramos de vista nuestro backet porque te echan sustancias, que no fueramos con nada de valor porque te lo roban, que no dejemos nada en la casa porque los ladrones se aprovechan de que todos están en la fiesta y te vacían las maletas etc… Un horror! Si no se puede disfrutar, mejor no ir y si no se puede ser parte de la fiesta y quedarse con un Ice tea mirando, mejor quedarse en la casa cuidando las cosas. Creo que cada experiencia hay que vivirla, con prudencia, obvio, pero vivirla a fondo.

A esta fiesta llegan entre 10.000 y 20.000 personas de todo el mundo, se pintan las caras con pinturas fosforescentes, se visten con poleras de colores fuertes que dicen «Full Moon Party», bailan en las playas hasta que sale el sol y todos están con buckets en las manos. Con responsabilidad, ¿vale la pena quedarse en una burbuja?
Efectivamente en la mañana veíamos mucha gente con vendas, cortes y moretones, pero nosotros eramos un grupo de 10 y todos salimos ilesos y sin problemas.

Veníamos preparadas para ver de todo. Un elefante con una bailarina en pelotas encima, gente que se envuelve en fuego y millones de locuras que no vimos. Aun que se ven otras un poco menos artísticas.

Es una gran fiesta a la que vale la pena ir y sobretodo si se está en compañía de un gran grupo de gente.

No vivan en una burbuja, un corte en el pie seguro vale la pena después de una gran noche en la full moon party de Tailandia con tus amigos.

«Puede q la vida no sea la fiesta que esperábamos, pero mientras estemos aquí, bailemos»