Ho Chi Minh City (ex Saigón) y consejo a los lectores

Creo que la única manera de sacarle el mayor provecho a un viaje es estudiando antes de viajar.
Para poder empaparnos de la cultura y entender sus costumbres o estilos de vida, es clave conocer la historia de cada lugar que conocemos.
Al viajar sin saber qué pasó en el suelo que se está pisando, se pierde la parte más interesante del viaje.

La historia de Vietnam está marcada por muchos enfrentamientos y sucesos bélicos. Pero sin duda la historia que más ha marcado a este país es la guerra de Vietnam.

Tras leer sobre el tema, nos damos cuenta de las atrocidades que se cometen en las guerras y las terribles consecuencias que dejan. Presidentes ambiciosos que buscan ser reelectos. Un Nixon que no quiere ser el primer presidente de Estados Unidos en perder una guerra. Un Johnson que inventa ataques submarinos para abrir fuego. Una sociedad que ve morir a su gente y lo incentiva, sólo para confundir al enemigo. Armas químicas que dejan a millones de recien nacidos deformes al amparo de algún dios o de algún buen samaritano. Prisioneras de guerra esqueléticos muriendo de hambre y civiles amputados por alguna mina que dejaron los soldados en el suelo. Esos son algunos ejemplos por los que pasó este país hace menos de 50 años.
Es inevitable pensar que todo lo que vemos desde la ventana del bus, mientras viajamos a la ex capital de Vietnam del sur, estaba todo destruído.

Por lo general el dicho que dice que uno quiere lo que ya no tiene, es cierto. Echamos de menos el sleeper bus!! De Dalat a Ho Chi Minh nos fuimos en un bus común y corriente. Unas 10 horas sentadas que se hicieron eternas.

En el bus eramos pocos pasajeros. Entre ellos, una señora australiana de unos 65 años, soltera, sin hijos, que quiso, hace un año, cambiar el curso de su vida y dedicarse a viajar. Vivió casi un año en la India, en la región del norte, donde viven los tibetanos exiliados haciendo clases de inglés a jóvenes. Este año lo pasó en Vietnam, dando clases en un pueblo a unas 4 horas de Hanoi. El próximo año se va a probar suerte a Chile, a Punta Arenas. Y más adelante quién sabe… Su edad no es un limitante para cumplir su sueño, ni tampoco la tremenda mochila que llevaba en su espalda. Les cuento esto porque tal y como ella nos dijo a nosotras «never is too late», yo se los digo a ustedes, nunca es demasiado tarde para cumplir sus sueños, para vivir nuevas experiencias o para realizar un cambio. Sólo hay que atreverse.

Después de esta reflexión, vuelvo a Ho Chi Minh.

Durante la guerra, Vietnam del sur estuvo aliado con Estados Unidos y posterior a la guerra, éstos últimos seguieron dándo mucha ayuda económica a esta parte del país. Es por esto, que existe una gran diferencia entre el norte y el sur.


Ho Chi Minh es del estilo a Hanoi, mucha gente, mucha moto y personas vendiendo comida en las calles, pero hay más hostales, restaurantes y bares, lo que implica que está más preparado para el turismo.

Nosotras dormimos en la calle Pham Ngu Lao, en el Backpackers hostel. Esta calle es muy animada y turística. Está cerca del night market y de la calle comercial Nguyen Trai. En esta calle podemos encontrar tiendas como Adidas, Puma, Levis y algún Mc donalds, Burger King o Pizza hut (que se agradece después de tantos días viendo arroz y spring rolls).

Tenemos la pagoda del emperador Jade, el templo van Puyet, varios edificios importantes como la iglesia de Notre Dame, la sede del comité popular y la oficina de correos en la calle Dong Khoi, los túneles de Cu Chi, donde se protegían del Vietcom, y el museo de los vestigios de la guerra de Vietnam. En este museo encontramos parte del armamento abandonado por EE.UU, tanques, helicópteros, bombas etc, además de una magnífica colección de fotografía de la guerra, con fotos tanto de sucesos ocurridos durante ésta, como de sus consecuencias. Entre ellas las que dejó la peste naranja, sobretodo en los niños. Imágenes muy crudas y sobre cogedoras.

Se acabó Vietnam. Nos vamos con un buenísimo recuerdo, lugares preciosos, historia increíble, paisajes únicos y muchos buenos ratos! Y a diferencia de lo que nos comentaron antes de llegar, con una impresión muy buena de los vietnamitas, quienes nos trataron de manera excepcional siempre y un no tan buen recuerdo de la comida y sus olores.

Próximo destino: Cambodia

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