Un año nuevo de lo más bizarro. En vez de comida elaborada y mesa decorada con los seres queridos, tuvimos un sandwich de masala chicken en una cafetería en Colaba.
En vez de tomar algo con los amigos antes de ir a la fiesta, nos tomamos un par de piscolas los dos solos en el hostal, con un parlante inalámbrico y vasos de plástico.
En vez de doce uvas o campanadas, tuvimos un par de aceitunas que compramos en un supermercado y una cuenta atrás gritada por nosotros mismos.
Y en vez de ver el increíble show pirotécnico en el litoral central de Chile, tuvimos unos cinco fuegos artificiales de poca altura lanzados por un hotel generoso de la zona.
Pero empezar el 2013 en la calle, con el mar arábico a tu izquierda, la Gateaway de India a tu derecha y rodeados de mil millones de indios mirando el cielo y fascinados con el espectáculo, es más increíble que cualquier tradición y celebraciones pasadas. Había gente bailando al ritmo de los tambores y paseando una especie de monstruo espantapajaros de tamaño natural, como si fuera una reencarnación de Shiva o algún otro dios.
Conocimos a Sony, un tipo de Bombay muy buena onda que nos hizo un recorrido por fiestas privadas y locales a los que no pudimos entrar. En el camino se nos unió una pareja de Curaçao. Finalmente llegamos a un bar donde estaban unos canadienses que conocimos en el hostal y terminamos bailando y compartiendo tanto con turistas como con locales, al ritmo de canciones inentendibles de esos videos con coreografías que tanto le gusta a esta gente.
A pesar de que los números digan lo contrario, estoy convencida de que el 99% de la población de este país es masculina. Se ven por todos lados hombres paseando de la mano, hombres abrazándose, hombres trabajando, haciendo el aseo en los hoteles, hombres y hombres y más hombres. Pero la noche de año nuevo fue radical. Creo que yo y la de curaçao eramos las únicas mujeres en la calle. Avalanchas de hombres tratando de entrar al bar porque había «westerns», tanto, que tuvieron que cortar la música y poner orden. Todos con el celular y cámaras sacándonos fotos y yo paseándome con unos cuernos con luces que me regaló algún hombre.
Bienvenido 2013 y feliz año nuevo a todos mis lectores! Que este año venga cargado de buenas energías y muchas buenas noticias y sorpresas para todos.
Mi inicio de año al estilo oriental habría sido perfecto de no ser porque a las 6:30 de la mañana teníamos que estar en la estación de trenes Victoria.
Otras 12 horas de tren nos esperan para llegar a Goa y poder al fin bañarnos en las playas de este increíble país!
Celebren mucho, pero con moderación!