La comida que la lleva en la isla

Comer sano ya no se reduce a ensaladas y verduras, hay todo un movimiento de moda en torno a la alimentación y aquí les cuento en qué consiste.
Nuestro desayuno favorito. Este se llama Uluwatu Bowl y es de passion fruit y jugo de manzana, cubierto por granola, fruta natural y coco rallado. Nalu Bowls

La principal pregunta que nos hacíamos antes de venir era el tema de la comida. Nosotros podemos comer cualquier cosa, podemos comer en la calle, podemos estar meses sin ver carne, si nos enfermamos de la guata, bueno… no es lo ideal, pero podemos manejarlo y si es necesario comer arroz y noodles todos los días, lo hacemos, pero ¿y qué hacemos con Lucas? No podemos darle comida en cualquier lado, las condiciones de higiene se sabe que no son óptimas en estos lugares, menos en la calle. ¿Con qué agua cocinarán y cuántos días tendrá ese aceite?

Está claro que no nos estamos yendo a la incivilización y que obviamente hay alternativas occidentales y lugares excelentes para comer, pero Lucas no come ensalada, ni pizza, ni puedo alimentarlo con papas fritas. Además, pasar tantos meses comiendo en restaurantes “buenos” es insostenible para nuestros bolsillos.  Necesitaba comida casera y no sabía si podría encontrarla.
Dada esta incertidumbre, la conclusión fue buscar un lugar para quedarnos que tuviera cocina y ser yo la que le hiciera sus colados y comida. Cuando salimos de Chile, Lucas comía principalmente colados de verdura hechos por mí.
Big Salad con sashimi de Atún de Le Petit Prince en Canggu

Para el primer tramo de viaje íbamos cargados con colados comprados en Madrid, los que duraron menos de lo que pensábamos y en Bangkok empezaron los problemas. Nos costó muchísimo encontrar colados de verduras normales. Para los primeros días en Bali, teníamos reservada una pieza en un hostal en la zona del Bukit. El hostal es de un chileno, tiene cocina y piscina, así que no podíamos pedir más (Orchid Ungasan). Me imaginaba nuestra vida en la isla, yendo a comprar a un mercado local verduras frescas y brillantes, con una variedad infinita. Seguro existe este mercado de mis sueños, pero la realidad era ir al supermercado, que resultó ser carísimo. Es difícil cocinar en una cocina de hostal, donde no existen los implementos que tienes en tu casa. Además no todos los huéspedes cumplen con la norma de lavar después de usar, así que me tocaba doble trabajo, lavar antes y después de usar las cosas. Para colmo, después de todo el trabajo para lograr mis colados naturales, Lucas no quiso probar ni uno y juro que lo intenté varias veces. Después de ese día, nunca más comió un colado, ni hecho por mí, ni comprado. El primer mes Lucas no comió nada en la isla. No sabemos qué fue lo que le pasó, pero estuvo todo el mes a base de leche y plátano. No quería nada más. Bajó de peso y nos tenía bastante preocupados.

Detalle de otro smoothie bowl.
En base a berries y cubierto con arándanos, chia, coco, semillas de
zapallo, granola, coco y frutillas. Se puede hacer de cualquier cosa!
Sprout – Canggu
Ya en Canggu, el lugar donde vivimos definitivamente, decidimos olvidarnos de la cocina y del supermercado. Al final era más caro eso que salir a comer fuera y sabíamos que en ese lugar había un montón de opciones, por lo que cuando se le pasó la huelga de hambre empecé a buscar alternativas a mis colados que fueran sanas, ricas y naturales; y ahí fue donde descubrimos un universo de posibilidades tanto para niños, como para nosotros.
En Canggu viven muchas familias, y como he comentado en posts anteriores, la mayoría de los restaurantes tienen menú de niños y son “kids friendly” (tienen columpios, playground o cajas con juguetes). El menú de niños nos salva a veces, ya que “fish and chips”, “mini cheese Burger” o  “pizza” no es lo que entraba en la categoría de alternativas a mis colados. Pero la pasta boloñesa está hecha de forma tan natural que puedo decir qué verduras tiene la salsa con solo mirarla.
Encontramos una página, que si tienen un minuto ruego que pasen a ver todo lo que ofrecen (minimuncher.com). Tienen toda la comida que podamos imaginar para niños, separada por categorías y edades. Todo hecho a mano, casero, sin azúcar, sin aditivos, sin conservantes, todo con verduras y fruta orgánica; y lo mejor, te lo llevan a domicilio por un precio más que razonable. Tienen desde muphins de zapallo, barras de cereal para la colación, brownies sin azúcar, sopas, compotas de fruta, risotto para niños y macaroni and cheesse con verduras.
Además de esto, como me faltaban legumbres en la dieta de Lucas, encontré un local (Avocado café) al que le hice un pedido y me tenía mi porción de lentejas lista para llevar todos los martes. Y si esto fuera poco, hay una especie de “pollo stop” (Chicken run), que hace pollos a las brasas y tiene take away. Por lo tanto, le armamos un menú a Lucas con todas las alternativas que había en la zona y logramos mantener una dieta súper equilibrada y sana. Recuperó peso y ahora come relativamente bien.
Ensalada vegana con halloumi, garbanzos y muchas otras cosas que me cuesta identificar, porque más debajo de la primera capa, siguen apareciendo más ingredientes! Shady Shack-Canggu

Pero me desvié un poco! La idea de este post era contar todas las tendencias de comida sana que vienen desde Australia a Bali y terminé contando la cantidad de alternativas que hay para los niños en la isla. Un motivo más para animarse a venir con niños!

Un Poke bowl con base de arroz, ensalada y sashimi de atún,
cubierto con salsa y sésamo. Poke Poke – Canggu

Ahora, volviendo al tema que nos congrega, en Bali no sólo tenemos comida sana para niños, si no que hay comida sana y rica para adultos. Yo no soy de dietas, ni de mucha ensalada y cuando viajo, para ajustarme al presupuesto, la tendencia es comer comida local, que en estos países suele ser arroz. Siempre miro a la gente asiática y pienso que el arroz debe ser ultra sano porque lo comen todos los días a todas horas y se ven sanos y bien de peso. Pero yo no puedo comer tanto arroz.  Lo bueno es que comer en Canggu no es caro, pero volvemos al problema de antes y es que comer todos los días en restaurantes aburre y se echa de menos la comida casera.

Las alternativas que aquí existen son miles. Hay restaurantes de todo tipo, abundan los vegetarianos o veganos. Hay algunos que ofrecen la dieta Paleo (o paleolítica), otros que tienen una sección Raw (cruda o no cocinada), infinitos ingredientes para complementar la típica ensalada como el edamame, el halloumi, el tempe, el tofu, hummus etc… Muchos de ellos no los había escuchado en mi vida, pero son tan buenos que ni te das cuenta que estas comiendo un plato vegano.
Los jugos prensados en frío ya son moda en Chile, pero aquí son parte del menú de cualquier lado. Jugos que conservan todas sus propiedades y que mezclan frutas y verduras según su color. Además de estos jugos, los smoothies están muy de moda, nuevamente combinando betarraga con berries o zanahorias con naranja. Obviamente, para el que no quiere su smoothie con leche animal, existe la alternativa de leche de almendra, leche de coco o de soya, dejando como resultado algo exquisito.
Para saciar el hambre o comer algo sano después de una mañana de surf, encontramos en muchos locales las típicas “energy balls”, hechas sin azúcar y en base a frutos secos, chía, granola, cereales y cacao. Éstas también están apareciendo en Chile, pero aquí son el snack de todo deportista. Si esta bolita no te convence, los “chía puddings” seguro que sí, son altos en proteína y fibra y vienen con un mousse de mango y otras frutas.
Hemos hablado de las alternativas de la leche, de las alternativas a la proteína animal, pero no del famoso Gluten. Aquí también está de moda ver en todas las pastelerías y restaurantes cartelitos con la frase “gluten free”. Para aquellas personas intolerantes a esta proteína o que simplemente quieran evitarla, también hay un mercado que trabaja para ustedes. Alimentos producidos con harina de plátano. Es tan buen suplemento, que la torta de cumpleaños de Lucas la compramos en una pastelería que no trabaja con harina de trigo y que todos sus productos son sin gluten. La torta estaba increíble! (@Madesbananafluorbali)
Exquisitos smoothies de todos los sabores. En la foto piña, plátano,
perejil, linaza y jengibre. The Straw Hut – Seminyak

Dejando de lado todos estos descubrimientos alimenticios, los dos productos que se robaron nuestros estómagos son los famosos “bowls”. Los “smoothie bowls” por un lado y los “Poke bowls” por otro. Ambos tienen raíces hawaiianas. Los primeros, son bowls rellenos de smoothie de fruta, sin leche de ningún tipo, cubiertos por granola, chía, semillas, frutas frescas ordenadas a la perfección y coconut flakes para rematar. Algunos tienen miel y la variedad está en la imaginación del consumidor. Sano, contundente y la mejor forma de empezar el día.

El segundo es el mismo concepto, pero con una base de arroz integral, blanco o quinoa, cubierto por verduras y lechugas varias, con un tartar de atún en el centro (que puede ser reemplazado por otra proteína), un aliño hawaiiano y sésamo.
Bueno, como pueden ver son demasiadas las opciones que tenemos para comer sano, liviano, equilibrado y original. Comer esto cuesta lo mismo que comer cualquier otra cosa, por lo que el abanico de posibilidades es amplio y no hay excusas para no cuidarse.
Si a pesar de eso prefieren una hamburguesa, un burrito o un pedazo de pizza, es totalmente válido, también son parte del equilibrio balanceado de mi dieta.

Para hablar de la comida local, ya habrá otro día, esa si que es barata, quizá no sea tan light o sana como esta, pero seguro que es igual de original. Por lo que si son de esas personas que dicen que se enferman de la guata cada vez que viajan, o que no encuentran opciones sanas o que hay poca variedad… aquí esos argumentos no tendrán validez alguna. Vengan, prueben y lo comprobarán!

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